JUGAMOS CON LAS SENSACIONES?

AMARILLO: Es una gama cálida , alegre y muy luminosa, por lo que resulta ideal en estancias con poca entrada de luz natural.

AZUL: El color del mar y del cielo se halla dentro de la paleta fría. Es perfecto para crear ambientes frescos y ligeros. Además está especialmente indicado para los dormitorios, pues resulta relajante.

VERDE: Es el tono más tranquilo de toda la paleta. Compuesto por el amarillo y el azul, cambia mucho en función del color predominante. Así los verdes que tienden a amarillo resultan más vitales y alegres, mientras que los verdes azulados resultan más sobrios y sofisticados. Se considera el color más descansado para el ojo humano, por lo que resulta muy apropiado en zonas de trabajo.

DECORAR CON BLANCOS

El esquema “blanco sobre blanco” se ha impuesto en los últimos tiempos en las decoraciones minimalistas. Es un color muy luminoso, por lo que resulta adecuado en estancias con poca entrada de luz natural. Al reflejar la luz, logra ampliar ópticamente las estancias.

Aunque pueda parecer que blanco hay sólo uno, lo cierto es que se distinguen una gran cantidad de tonalidades de este color, genéricamente denominados “blancos rotos” , pero que puedan variar mucho en función del color al que tiendan, (desde amarillo, al marrón. gris o el azul)

EFECTOS VISUALES

Conviene aprovechar los efectos ópticos que se pueden crear con el color. De esta forma, una tapicería oscura (en gris marengo, marrón chocolate o rojo burdeos) ayuda a reducir el peso óptico de un sofá de formas voluminosas, mientras que si se viste con una tela de color claro se verá más grande.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que los colores cálidos acercan visualmente la pared, por lo que llegan a empequeñecer el espacio, mientras que los fríos alejan, con lo cual dan una sensación de mayor profundidad visual.